domingo, 6 de diciembre de 2015

27.- Arriba en la cordillera




Que sabes de cordillera

si tu naciste tan lejos

hay que conocer la piedra

que corona el ventisquero

hay que recorrer callando

los atajos del silencio 

y cruzar por las orillas 

de los lagos cumbrereños 

mi padre anduvo su vida 

por entre piedras y cerros. 



La viuda blanca en su grupa 

la maldición del arriero 

llevo a mi viejo esa noche 

a robar ganado ajeno 

junto al lago de Atacalpo 

a la entrada del invierno 

le preguntaron a golpe 

y el respondió con silencio 

los guardias cordilleranos 

clavaron su cruz al viento. 



Los Ángeles, Santa 

fueron nombres del infierno 

hasta mi casa llegaba 

la ley buscando al cuatrero 

mi madre escondió la cara 

cuando el no volvió del cerro 

y arriba en la cordillera 

la noche entraba en sus huesos 

el que fue tan hombre y solo 

llevó la muerte en su arreo. 



Nosotros cruzamos hoy 

con un rebaño del bueno 

arriba en la cordillera 

no nos vio pasar ni el viento 

con que orgullo me querría 

si ahora llegara a saberlo 

pero el viento no mas sabe 

donde se durmió mi viejo 

con su pena de hombre pobre 


y dos balas en el pecho.

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